Con la menopausia, se acabó el sexo…
No sabemos muy bien a quien interesa este mito, pero no te lo creas. Siempre se ha asociado la sexualidad en la mujer con su capacidad para procrear. Pero no hay razón para renunciar al sexo tras el periodo fértil.
En ocasiones la libido se puede ver afectada, pero generalmente va a tener una base psicológica, fácil de trabajar. La naturaleza nada tiene que ver con que disfrutes menos o más. Un trabajo activo y la firme decisión de ser feliz, impedirá que te acomodes y te olvides de disfrutar.
Y debes saber que el sexo, como la risa, te relaja y libera endorfinas en tu cerebro.
Los problemas sexuales más frecuentes a partir de los 50 años, podrían resumirse en los siguientes:
- Disminución del deseo sexual o deseo sexual hipoactivo (TDSH). Es la ausencia de interés por cualquier actividad sexual y la afectación emocional que ello supone.
- Dipareunia o Dolor asociado a la actividad sexual. También existe el vaginismo, que se presenta cuando existe una contracción involuntaria de grupos musculares perineales que impiden la penetración.
- Alteraciones características de la menopausia. La alteración de la producción hormonal, genera síntomas que pueden dificultar las relaciones sexuales como sequedad en la zona genital, poca lubricación vaginal, ardor o dolor al orinar.
- Dificultad o incapacidad de alcanzar el orgasmo.
- Condicionantes psicológicos. Los cambios hormonales también pueden ocasionar problemas psicológicos como depresión y estos pueden a su vez disminuir el deseo sexual.
- Otros factores como la ansiedad o la falta de una pareja estable también pueden afectar nuestra vida sexual tras los 50.
¿Es importante encontrar una solución?
Así es, la sexualidad es una forma más de comunicación para el ser humano, y los cambios propios de la edad no tienen que ser un impedimento. En primer lugar, hay que tratar de tener hábitos de vida saludable (no importa ni la edad ni las dolencias), y en el caso de que exista algún problema sexual después de la menopausia, consultar al médico y no vivirlo con angustia.
Los principales tratamientos utilizados para solucionar posibles problemas de salud sexual son:
- Terapia psicosexual. Está más indicada en los casos en que se ha vivido previamente una experiencia traumática. Se realizará un trabajo reforzando la autoestima de la paciente y abordando los posibles problemas que existan con su pareja, para mejorar la comunicación.
- Tratamiento con Estrógenos. Es una terapia muy eficaz, especialmente en la reducción de la atrofia y de la sequedad vaginal, mejorando notablemente la dispareunia. Para tratar la sequedad vaginal estaría más indicado la aplicación de óvulos o cremas directamente en la zona genital.
- Otros tratamientos. En los últimos años se ha iniciado la aplicación de ácido hialurónico y láser para la atrofia vulvovaginal y sus síntomas asociados, como sequedad vaginal, dolor e irritación.