El ejercicio es bueno siempre y cuando lo adaptemos a nuestra situación particular.
Las personas que ya realizan ejercicio no necesitan ejercitarse más solo para incrementar su inmunidad. Los ejercicios pesados y prolongados (como correr una maratón o el entrenamiento intenso en el gimnasio) podrían llegar a causarte algún daño si no estás acostumbrado.
Existen estudios que han demostrado que las personas que llevan un estilo de vida moderadamente activo se benefician más al iniciar (y cumplir) con un programa concreto de ejercicios.
Un programa moderado puede consistir en:
- Montar en bicicleta con tus hijos algún día a la semana
- Hacer caminatas diarias de entre 20 y 30 minutos
- O hacer una tabla de ejercicios 10 minutos todos los días
El ejercicio hace que te sientas más saludable y con más energía. Recuerda que el deporte contribuye a liberar endorfinas y te ayudará a sentirte más feliz, pero respeta siempre los requerimientos relacionados con tus características o posibles patologías y adáptalo a tus preferencias, entorno social o cultural.