Necesitamos:
- Garbanzos.
- Gambones o langostinos frescos.
- 1 Pimiento choricero o una ñora.
- 2 Dientes de ajo.
- Media cebolla grande.
- Medio pimiento rojo.
- Hojas de laurel.
- 1 Tomate rojo maduro.
- Sal.
- Pimentón dulce o picante (según gusto).
- Perejil fresco.
Los garbanzos podemos usarlos cocidos de bote, si nos es más cómodo o garbanzos crudos que ponemos la noche anterior en remojo y después cocemos en el caldo que vamos a hacer después de los gambones.
Pelamos los gambones en crudo y hervimos sólo las cabezas, las cáscaras y las patas durante 10 minutos. Este caldo lo usaremos después para hacer el guiso, así que lo colamos bien y apartamos. Si usábamos garbanzos crudos, los hervimos con parte de este caldo. Apartamos también los garbanzos cocidos.
En una cazuela echamos un chorrito del caldo de los gambones y con él vamos a “dorar” la cebolla, el ajo y el pimiento cortados en trocitos muy pequeños. Cuando empiecen a estar blandos y la cebolla transparente añadimos el tomate lavado y troceado sin pelar. Dejamos guisar hasta que se deshaga el tomate, añadiendo en caldo que vaya necesitando.
La mitad de este sofrito lo pasamos por la batidora y lo devolvemos de nuevo a la cazuela. Así nos saldrá el guiso más cremoso.
Añadimos el pimiento choricero o la ñora, una o dos hojas de laurel y una pizca de pimentón y dejamos guisar unos minutos más.
Ahora echamos más caldo y los garbanzos. Dejamos guisar un poco y finalmente añadimos los gambones, que se cocinan muy rápido. En cuanto cambien de color apagamos el fuego y decoramos con perejil fresco picado.
Mientras cocinamos…
Dra. Pérez de Isla.